Los crotos
Fuimos felices, sí, fuimos felices
nadie puede creer algo contrario
nos dicen mercenarios,
sangre en manos
creando cicatrices en piel muerta
adolescentes con talones secos
sobre calles vacías ellos
brillan
¿Son niños ángeles
o muertos de hambre ?
vagabundos que mean casas nuevas
decoran con su aliento a perro negro
el familiar,
dirían en el campo
la luz mala,
dirían en el campo
mis amigues,
diría yo, los crotos
mis amigues, mis ángeles guardianes
que en vez de pelos llevan
plumas de ave
palomas y no cisnes,
igualmente sublimes
Qué duro es ver llorar
a una madre
que no es tu madre
¿Quién consuela esta mamá?
¿Quién canta ahora en este altar?
Qué duro es enterrar
a un hijo
que no es tu hijo
a un hermano
que no es tu hermano
quién toma ahora el último puñado
de tierra santa y la tira
sobre el cajón de un niño
lo condena a la oscuridad
al compost y al mismo tiempo
a lo eterno
La libertad
crece con un encendedor y una
botella, como porotos en frascos
hay niñas semilla que crecen en recipientes
aprenden temprano la belleza
con encendedores abren botellas
toman líquido caliente a veces
cerveza, a veces sangría, a veces
kerosene
una madriguera de ratas, plagas de plaza
árboles con cicatrices en las piernas
para bailar sin parar
un sorbo,
un poco cae al piso
el resto
sobre el propio cuerpo
a veces las chicas son monjes
sobre el propio cuerpo
un regalo: el incendio
quienes liberan países
quienes liberan cuerpos
serán esperades por Devas
se interrumpe su ciclo en el samsara
son flores de loto
crecidas en el barro
buscando un rastro de luz
que insistimos es bello
para negar lo terrible
y es que a veces
la libertad crece
con un encendedor
y una botella
Para Tokyo
esto es lo que es
ser mamífero
comer, dormir, buscar
la caricia, jugar
abrís tu boca para bostezar
irremediable carnívoro
meto un dedo entre tus dientes
esto es lo que es
la tierna certeza:
no me vas a lastimar
Pajaritas
no te olvides tu esencia
es así
la tierra originaria del hombre
es el placer
alimenta cada alimaña
no promuevas el caos
alimenta cada parte
que te pida cariño
un libro, un amigo,
un altar
un gato, una abeja
mezclando azúcar
con agua
de todo harás miel
no te olvides tu esencia
y así como jugás
solo por jugar
no mientas metas
viví solo por vivir
tu alma, al igual
que las pajaritas
es animal
Manu Wainziger (Tucumán, 1993) es poeta, guionista y artista audiovisual. Trabaja con elementos de la naturaleza, lo queer y trash. En 2019 fue parte de la Bienal de arte joven de Buenos Aires en la categoría poesía. Realizó diversas lecturas poéticas con instalaciones audiovisuales (entre ellas MACBA 2020, CCR 2022). Actualmente se encuentra trabajando en su primer poemario Construimos juntos un altar. Tiene un gato llamado Tokyo.
Imagen: Stable Diffusion