Truman Mag

Revista de Ideas

Poesía

Cinco poemas de Manu Wainziger

Los crotos

Fuimos felices, sí, fuimos felices

nadie puede creer algo contrario

nos dicen mercenarios,

sangre en manos

creando cicatrices en piel muerta

adolescentes con talones secos

sobre calles vacías ellos

brillan

¿Son niños ángeles

o muertos de hambre ?

vagabundos que mean casas nuevas

decoran con su aliento a perro negro

el familiar,

dirían en el campo

la luz mala,

dirían en el campo

mis amigues,

diría yo, los crotos

mis amigues, mis ángeles guardianes

que en vez de pelos llevan

plumas de ave

palomas y no cisnes,

igualmente sublimes

Qué duro es ver llorar

a una madre

que no es tu madre

¿Quién consuela esta mamá?

¿Quién canta ahora en este altar?

Qué duro es enterrar

a un hijo 

que no es tu hijo 

a un hermano

que no es tu hermano 

quién toma ahora el último puñado

de tierra santa y la tira

sobre el cajón de un niño

lo condena a la oscuridad 

al compost y al mismo tiempo  

a lo eterno

La libertad

crece con un encendedor y una

       botella, como porotos en frascos

hay niñas semilla que crecen en recipientes

aprenden temprano la belleza

con encendedores abren botellas

toman líquido caliente a veces

cerveza, a veces sangría, a veces

kerosene

una madriguera de ratas, plagas de plaza

árboles con cicatrices en las piernas

para bailar sin parar

un sorbo, 

un poco cae al piso

el resto

sobre el propio cuerpo

a veces las chicas son monjes

sobre el propio cuerpo

un regalo: el incendio

quienes liberan países

quienes liberan cuerpos

serán esperades por Devas

se interrumpe su ciclo en el samsara

son flores de loto

crecidas en el barro

buscando un rastro de luz

que insistimos es bello

para negar lo terrible

y es que a veces

la libertad crece

con un encendedor

y una botella

Para Tokyo

       esto es lo que es

ser mamífero

comer, dormir, buscar

la caricia, jugar

abrís tu boca para bostezar

irremediable carnívoro

meto un dedo entre tus dientes

esto es lo que es 

la tierna certeza:

no me vas a lastimar

Pajaritas

no te olvides tu esencia

es así

la tierra originaria del hombre

es el placer

alimenta cada alimaña

no promuevas el caos

alimenta cada parte

que te pida cariño

un libro, un amigo,

un altar

un gato, una abeja

mezclando azúcar 

con agua

de todo harás miel

no te olvides tu esencia

y así como jugás

solo por jugar

no mientas metas

viví solo por vivir

tu alma, al igual 

que las pajaritas

es animal

Manu Wainziger (Tucumán, 1993) es poeta, guionista y artista audiovisual. Trabaja con elementos de la naturaleza, lo queer y trash. En 2019 fue parte de la Bienal de arte joven de Buenos Aires en la categoría poesía. Realizó diversas lecturas poéticas con instalaciones audiovisuales (entre ellas MACBA 2020, CCR 2022). Actualmente se encuentra trabajando en su primer poemario Construimos juntos un altar. Tiene un gato llamado Tokyo.

Imagen: Stable Diffusion

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