“La obligación de ser genial”, de Betina González es uno de los libros que más disfruté en lo que va de este 2021. Se trata de un compilado de crónicas y ensayos que interrogan el modo en que nos vinculamos con los libros que leemos y escribimos.
Pensando con perspectiva de género, la autora plantea que para las mujeres la escritura se da como un secreto. Apartamos la escritura del mundo, quien escribe se oculta y comete un hecho sospechoso en esta sociedad de demanda y comunicación inmediata.
La escritura ocurre como algo privado, escondido, que primero siempre es para una misma. “Hacer la propia fiesta, eso sí que es vivir de la escritura”, sostiene González.
Si pienso en mi propio recorrido, esto sucede y sucedió. Aunque nunca se me había ocurrido catalogarla como un secreto, la escritura personal, como modo de expresión, de descarga, de poner en papel lo que no se podía hablar o no había con quien, fue lo primero que me convocó en la adolescencia. Para ser honesta, la exclusión ante la demanda del mundo exterior sigue siendo sospechosa. No alcanza una justificación suficiente para hacerse a un lado y leer, escribir, apagar el teléfono, desaparecer.
Después la escritura fue trabajo, y ya ni hubo tiempo para preservarla ni tenerla bajo el reparo. El periodismo fue por muchos años la forma de “ganarme” la vida. Más adelante exploré la narrativa, la ficción, escribí cuentos, amplié esos límites tan discutidos entre ficción y no ficción.
Al incentivar y guiar a otras personas desde la docencia, la escritura adquiere un nuevo compromiso. En algunos de los talleres que organizo también aparece la idea de escritura como secreto que propone Betina González. En 2017 pensé “Mujeres que escriben” como un espacio que visibilizara voces de mujeres y que nos permitiera analizar la literatura que surgía, mientras los feminismos seguían transformando la sociedad.
Hay mujeres que llegan con un recorrido en las letras, pero sin haber mostrado nunca el material frente a otros ojos. Hay mujeres que escribieron en otros momentos de sus vidas sin contárselo a nadie, y que quieren retomar ese hábito desde un nuevo lugar. Hay mujeres que disfrutan mucho la lectura y quieren estar del otro lado, el de las productoras del discurso escrito.
Pero también suceden otras cosas. En los talleres grupales, la escritura personal que en algún momento pudo haber sido un secreto se pone en otro lugar, cuando se comparte y toma estado público.
Con la llegada de la pandemia, las reuniones migraron de distintos espacios de la Ciudad de Buenos Aires hacia la virtualidad. Si bien el movimiento fue forzado, tuvo una ventaja: se sumaron mujeres de otras provincias y países, y eso hizo mucho más diversa la convocatoria.
A mediados de este 2021, con el objetivo de compartir lo que escribimos, desde “Mujeres que escriben” armamos dos antologías. Nos cuestionamos qué escribimos las mujeres en el mundo de hoy, intentamos desarmar mandatos respecto de las “escrituras femeninas”, sus temas de interés y formas de circulación en el mundo contemporáneo. Decidimos corrernos del lugar de estoicas “musas inspiradoras” para devenir hacedoras.
“Correspondencias” es una antología que se desprende de un trabajo exploratorio del género epistolar. En este trabajo estuvieron cerca las palabras de Vivian Gornick en su libro “Mirarse de frente”. La autora feminista norteamericana dice: “La carta, escrita en una soledad ensimismada, es un acto de fe; asume la presencia de otro ser humano; el mundo y el ser se generan desde dentro; la soledad se busca, no se teme”.
“Cosas que nos gusta escribir”, en cambio, contiene un recorrido más diverso de cartas, cuentos y relatos que se maceraron con dedicación, viajes a la infancia, territorios inventados, palabras para otras mujeres que abren caminos.
Si te gustaría leerlas, ambas antologías son gratuitas y podés descargarlas acá y acá.
Rocío Cortina es licenciada y profesora en Ciencias de la Comunicación por la UBA. Es periodista, docente y creadora de La Transformación Escritura. Su primer libro de cuentos es Fiestas Sísmicas (2016). También publicó Máscaras indestructibles (Colección Leer es Futuro, Ministerio de Cultura de la Nación), coordinó la antología All Inclusive, relatos de amor y desamor (2017). En 2019 publicó Muñeca Azul en formato digital (Editorial La colección). Info: https://latransformacion.ar/