Quizás por la sensación de naturalidad, por una poética cruel o por un humor oblicuo, en el mundo corporativo las metáforas con animales son muy frecuentes. Un mercado alcista es un bull market, uno a la baja es un bear market. Cash cow es una oportunidad de negocios, un dead cat bounce es una pequeña recuperación después de una caída de activos. En el mundo corporativo- intelectual meter una metáfora o una sigla asegura una visibilización que puede derivar en una influencia más o menos duradera, o una fama más o menos efímera. Si no, pregúntenle al economista Jim O’Neill que, por haber creado el acrónimo BRICS (Brasil, Rusia, India, China), llegó a ser presidente del Goldman Sachs.
En el mundo del business hay metáforas más poéticas (el Océano Azul de W. Chan Kim), más burdas (el Padre Rico de Kiyosaki), o más épicas (start ups unicornio de Aileen Lee). Por eso, no es raro que ahora mismo haya dos metáforas en disputa por ser la que mejor explica el coronavirus y su impacto en el mundo. Y las dos, como no podía ser de otra manera, utilizan animales. Esta lucha de metáforas puede leerse, obvio, como una guerra de intereses de lucro, pero también como un combate poético. En definitiva, se trata de quién logra la metáfora más perfecta: ¿hay algo más poético que eso?
La primera, la más famosa, es la teoría del cisne negro. La creó Nassim Nicholas Taleb, un ensayista y matemático libanés. La idea la sacó de una vieja historia que dice que, hasta el siglo XVII, se pensaba que todos los cisnes eran blancos.
Según Taleb, los cisnes negros son eventos que parecen imposibles, pero que finalmente suceden y provocan un gran impacto, que cambia el curso de la Historia. Como todo teórico, Taleb sostiene que su sistema explica absolutamente todo: todos los descubrimientos científicos, históricos y logros artísticos tienen como origen un cisne negro. La mayoría de eventos que le dieron forma a la Historia (Primera Guerra Mundial, la crisis del 29, la aparición de Internet, etcétera) son cisnes negros. La otra característica de los cisnes negros es que, a posteriori, parecen obvios. Es decir que cambian tanto la realidad, que luego aparecen como evidentes.
La segunda metáfora es el rinoceronte gris. Fue creado por Michele Wucker, una politóloga, que en su bio de Twitter tiene un emoji de rinoceronte. Los eventos rinoceronte gris son aquellos a los que todos vemos venir, pero que nadie se atreve a enfrentarse. La imagen es una mole de dos toneladas corriendo furiosa hacia donde está uno. Hay margen para actuar, pero la imagen es tan potente que uno no se anima a hacer nada. Al ser ignorados, por distracción, por miedo o por ineptitud, los rinocerontes grises también pueden tener un impacto enorme. Algo así como un elefante en la habitación (otra metáfora animal) pero con consecuencias peligrosas.
Entonces, tenemos la sorpresa de los cisnes negros contra la amenaza del rinoceronte gris. La polémica está servida. Hay quienes dicen que una pandemia como esta era imposible de predecir, y que entonces el covid es un cisne negro, y otros dicen que ya hace tiempo era una amenaza que colgaba sobre nuestras cabezas visible como una nube de tormenta, y que entonces se trata de un rinoceronte gris. Pero lo mejor es que mientras que este debate atraviesa el mundo académico, aparecieron terceras y cuartas metáforas: un zoológico entero de animales simbólicos.
Thomas Friedman, un columnista del New York Times, propuso el elefante negro: una mezcla de elefante en la habitación con cisne negro. Un evento improbable pero visible para todos que nadie quiere enfrentar. Un híbrido entre cisne y rinoceronte. Lisa-Ann Gershwin, una bióloga estadounidense, planteó la idea de medusa negra: eventos que, al escalar muy rápidamente, tienen la capacidad de volverse normales de manera súbita. La verdadera arena del combate poético de este año se disputa con el coronavirus como cuadrilátero. Y lo mejor es que todavía no hay un ganador: hay cientos de animales fantásticos esperando en un zoológico imaginario, listos para ser usados como metáfora.
*Juan Ignacio Sapia nació en Lomas de Zamora pero vive en Barcelona. Escribió muchas cosas diferentes: discursos políticos, informes de marketing, botones de aplicación, reseñas de películas y monopatines eléctricos, un libro de cuentos. De vez en cuando, escribe perfiles de celebridades random en su Medium.