“Todo texto es un tejido nuevo de citas pasadas”, Roland Barthes.
La materia de las cosas. Los registros y testimonios de las personas me interpelan desde siempre. Estas narrativas están en dispositivos que pueden ser: grabaciones de audio, películas, diapositivas, postales, entrevistas, relatos. Testimonios orales o visuales de una prueba de existencia.
Hace más de cien años que las vanguardias estéticas de finales de siglo XIX y principios del XX exploraron el corrimiento de sentidos a partir de la descontextualización del objeto. Si tomamos un texto, que puede ser una foto, una voz, un fragmento poético, un recetario médico, un testimonio informal, una declaración testimonial en una audiencia, una confesión, un bolero. Si tomamos cualquier texto y lo corremos de contexto, lo modificamos, lo editamos, lo sintetizamos, ¿qué nuevo sentido posible podemos trazar?
Esta sección en un intento por dislocar voces de un texto a otro. Como un rito de pasaje, un ejercicio de artesanía con las palabras, los hechos, las ideas, las experiencias. Es un volver a pasar de alguna manera por una historia, y en ese volver a pasar, está la búsqueda de nuevos alumbramientos. El alumbramiento que viene con el ejercicio de memoria personal, social, material, histórica, colectiva. Este alumbramiento es mi pequeña revancha contra el inalterable rumbo de los hechos. Es mi microscópica resistencia. Es en este recorte y esta edición que puedo digerir la realidad material y la trama de los eventos.
Invito a lxs lectores a buscar un instante de refugio en esta exploración material que se convierte en texto:
¿Y Marita?
A 19 años de la desaparición de María de los Ángeles Verón. Un recorte de voces sobre la historia del secuestro y la violencia a Marita Verón. *
Yo soy Susana Trimarco, mamá de Marita Verón.
Mi hija fue secuestrada desaparecida el 3 de abril del año 2002.
Yo empecé a caminar todo el país buscándola a ella y ahí empezamos a descubrir mafias que se dedican a secuestrar mujeres. A vender mujeres.
Yo siempre dije, a mi hija la tengo que sacar de ahí. Así que no me importaba nada. Empecé a meterme en los prostíbulos disfrazada de prostituta y hasta que no los vea presos, detenidos y hasta que no me entreguen a mi hija, no voy a parar.
El 3 de abril la señora María de los Ángeles Verón salió de su domicilio sin el DNI, señor Presidente, y con sólo cinco pesos en el bolsillo, hoy, a más de diez años, María de los Ángeles Verón no ha regresado, señor Presidente.
Mi hija salió para irse al hospital y me dijo, mamá voy y vuelvo me iré a demorar una hora. Yo volví a la casa tipo doce del mediodía, mi marido también llegó y me dijo, ¿y Marita? Le digo: se fue al hospital y todavía no volvió. Y él me dice: yo presiento que algo malo le pasó a mi hija.
Recorrimos las calles alternativas por donde podría haber vuelto Marita y no la encontramos. Fuimos a la Comisaría a hacer la denuncia y el policía no me quería tomar la denuncia porque decía que mi hija era mayor de edad, que capaz que se habrá ido por ahí.
Y ahí mi marido se da cuenta que tenía un amigo compañero del secundario que era el comisario Tobar. Se vio que fue un secuestro programado de esta mafia que se dedica al delito del secuestro de personas.
“…el 3 de abril del 2002 en horas de la mañana, personas indeterminadas, en la intersección de calles San Martín y Paso de los Andes de esta ciudad, suben a María de los Ángeles Verón, en contra de su libertad, a un automóvil Fiat Duna, trasladándola a las casas ubicadas en Barrio FEPUT y Remedios de Escalada de la Ciudad de Yerba Buena, donde Daniela Natalia Mihein y Andrés Alejandro González la mantienen privada de su libertad, y luego la envían a la ciudad de La Rioja para ejercer la prostitución en los locales ‘Candy’, ‘Candilejas’ y ‘El Desafío'”.
Yo entraba porque ellos no conocían a mi hija y yo sí entonces entraba. Una vez un tipo me empezó a manosear estando ahí y para mi había sido algo horrible, insoportable. Si se daban cuenta que era yo me iban a matar y me iban a tirar por ahí.
Muchas de ellas vieron a mi hija, incluso una cuenta que ella se escapó por una ventanita y después la agarraron. Esta chica pudo salvarse porque un camionero la ayudó a escaparse de ahí pero a mi hija la agarraron junto con otras chicas.Y la volvieron a agarrar y no pudo zafar.
Cuando entrábamos a los prostíbulos preguntábamos la que esté en contra de su voluntad avise y ahí salían corriendo las chicas, pidiendo auxilio y las sacábamos. Cuando yo las rescataba a las chicas las llevaba a mi casa y vivían con nosotros. Algunas se quedaron dos meses, otras un mes y así quince días o veinte días hasta que yo podía buscar a su familia y quedarme tranquila que volvían a un lugar seguro.
Soy Micaela Verón, mi mamá desapareció, yo tenía tres años. Desde ese momento, mi abuela y mi abuelo se hicieron cargo de mí y empezaron con mi crianza al no estar mi mamá. Me gustaría poder decirle me gusta un chico, pasó esto o llegué del colegio, yo creo que extraño eso y no tuve. Entonces es como en realidad el vacío porque nunca estuvo. Mi abuela es muy fuerte, a veces demasiado.
A todos lados me la llevaba a Mica y cuando se dormía era dejarla en un asiento trasero del auto tapada con una colchita y mi marido y yo metidos en los prostíbulos buscando a Marita.
Este juez no captó la orden de la Justicia de Tucumán porque decía que estaba mal puesta una palabrita, que no se usaba esa palabra, que tenían que hacer de nuevo el exhorto y corregir eso, entonces no nos dejaron pasar y si nosotros pasábamos esa noche a ese prostíbulo la encontrábamos a Marita.
Mi mamá dibujaba muchas mujeres desnudas y soles. Su firma tenía un sol. Me quería poner Sol, y mi abuela le dijo que era muy cortito, y me pusieron Sol Micaela.
Mi marido en toda esta lucha se enfermó, le vino dos veces infarto cerebral y después infarto en el corazón: no pudo resistir más de tanto dolor y falleció. Me incendiaron mi casa y no me pudieron callar.
Cuando tenía nueve años incendiaron mi casa, así que desde los cuatro años que empecé a tener custodia de la policía. El policía que me cuidaba también me llevaba a jugar, pero la pregunta es: ¿Por qué me cuidaba? ¿De qué me cuidaba?
Cuando yo digo que esta mafia sin la complicidad del poder Político, Judicial y Policial no podrían hacer lo que hacen porque de ninguna manera podrían manejarse llevar a una persona con documento falso, cambiándole la identidad, porque a las chicas le cortan el pelo, la tiñen el pelo de otro color, le ponen Pupilent.
“A.D.R. de 23 años, oriunda de Misiones, fue secuestrada en la localidad de Aristóbulo del Valle de la misma provincia, con la intervención de cinco personas que viajaban en un auto rojo (Carlos Luna, Patricia Medina, el ‘Chenga’, el ‘Negro Tula’ y Antonella Smith), siendo trasladada a La Rioja, y llevada a la whiskería ‘Candy’ donde la ubican adentro de una habitación en donde estaban Liliana Medina, Claudia Márquez, Paola Ceballos y Graciela Beatriz Arce. Ese día la bañan, la pintan y le arreglan el pelo y la obligan a trabajar en el salón. Afirma que a mediados del año 2002, un día viernes a la tarde, observó a Marita Verón en la casa de Liliana Medina para ser llevada al ‘Candy’. Fue la ‘vieja’ Medina quien la presentó como Marita. La hizo teñir de rubia y le pusieron pupilens celestes. Esa noche la vio en el ‘Candy’ y notó que era nueva en el oficio por cuanto no sabía desenvolverse con los clientes. La ‘vieja’ Liliana le contó que la vendió al ‘Chenga’ y ya no la vio más, a partir de los operativos de la policía porque fue llevada a otro lado”.
Yo no les deseo la muerte, deseo que paguen toda su vida el daño que hicieron. Mirá lo que le hicieron a mi hija, mirá lo que le hicieron a mi esposo, mi esposo murió de tanto llorar y sufrir, familias enteras destruidas porque le hacen desaparecer sus hijos, los asesinan.
A nosotros nos manipularon pensando que nos íbamos a quedar con los brazos cruzados que el juicio se perdió y nos íbamos a quedar así.
Para nosotros es un calvario no saber nada de ella, es como que la tierra la tragó.
A Alperovich tuvimos que patearle las bolas para que nos de algo.
“Respecto a la testigo A.D.R. que dijo ver a María de los Ángeles Verón en la casa de Liliana Medina, trabajar en el local “Candy” y escuchar que Liliana Medina decía que la víctima estaba en España, el Tribunal sostuvo que le merecía “poca fe” puesto que no resultaba creíble la versión de la referida testigo en el sentido de que fue secuestrada en Misiones y trasladada a La Rioja sin que pueda recordar haber hecho paradas o ver registros policiales. Agregó que la señorita A.D.R. fue traída de La Rioja a Tucumán y estuvo en la casa de Susana Trimarco durante una temporada por lo que había motivos de agradecimiento de esta testigo a la querellante y que resultaba inverosímil que no hayan existido conversaciones sobre el caso en el ámbito de la casa de Susana Trimarco”.
Tengo un presentimiento muy malo.
“Luego hace referencia a la connivencia de la policía y la justicia de La Rioja con los imputados, el Ministerio Público concluyó que María de los Ángeles Verón fue víctima del delito de sustracción, retención y ocultamiento de persona agravada por su condición de mujer, en concurso ideal con promoción de la prostitución”.
La fuerza me la da Marita, pensando en ella todos los días de mi vida para que yo siga y no permita que destruyan a otras chicas y a otras familias como destruyeron la nuestra.
No son sueños, sino recuerdos. Como las amenazas o responder el teléfono y que un tipo te diga cosas asquerosas. Que te persigan. El recuerdo de ver a mi abuela poniéndose una peluca para disfrazarse de prostituta para entrar a los prostíbulos. El recuerdo de las víctimas.
“Los representantes de Susana Trimarco concluyeron que surge claro de las pruebas que los imputados Daniela Milhein y Andrés Alejandro González formaban parte de la red de trata y que mantuvieron privada de su libertad a María de los Ángeles Verón en sus casas para trasladarla a los prostíbulos de La Rioja donde fue obligada a prostituirse por lo que solicita se revoque el pronunciamiento en ese aspecto.”
Siento que la antropología forense me lleva a pensar en mi historia, en intentar buscar mi identidad, la identidad de mi madre. Tener un acercamiento a la verdad. Llevar a cuestas esa historia, el hecho de que a mi madre la hayan secuestrado, el hecho de que mi abuela haya generado una lucha tan grande en contra de la trata de personas y también la obligación, de alguna manera, de seguir siendo esa persona, la hija de Marita Verón y la nieta de Susana Trimarco.
Nunca la vamos a abandonar.
*Este texto es un recorte de testimonios de Susana Trimarco en el Documental Cuerpo a Cuerpo: El caso Marita Verón de Mathieu Orcel para Canal Encuentro, del Fallo de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (2013) que revocó la sentencia de Primera Instancia que absolvía a todos los imputados y condenó a 10 de las 13 personas acusadas con penas máximas, y de notas periodísticas en medios nacionales.
Sofía Almiroty es periodista y escritora. Es licenciada en Comunicación Social y Magíster en Escritura Creativa (UNTREF). Trabajó como colaboradora para revistas como La Nación y ahora coordina un proyecto documental en formato de podcast. Formó parte de grupos de investigación en relación al cuerpo y la escritura como dispositivos expresivos. Brinda consultorías de comunicación y narrativas y da talleres de escritura. Mala Carne es su primera novela.